Falsos mitos acústicos en salas
Antes de la aparición de la ciencia que estudia la acústica de salas contemporánea se han creado mitos acústicos que no tienen nada que ver con la realidad. Los mitos acústicos se creaban en base a un déficit de conocimientos básicos de los principios físicos de la acústica. Por poner un ejemplo, se pensaba que la buena acústica del Teatro Cubilliés de Munich era debida a la pintura color oro y sus aderezos. A día de hoy se puede afirmar que no influye para nada el color de los cerramientos con la acústica de la sala, que depende de los materiales y del volumen de la sala.
Tiempo de reverberación alto
Otro de los mitos acústicos, es que las iglesias tienen una acústica excepcional. El tiempo de reverberación oscila entre los de 3 y 4 segundos. Este exceso de reverberación causa una excesiva energía acústica que impide escuchar y entender adecuadamente. Sólo es adecuada para determinados estilos músicales como, música escrita para órgano o canto gregoriano, los demás estilos musicales tienen una reverberación enorme y el sonido se escucha muy saturado. Este inconveniente también afecta a la voz humana.
Botellas de cristal rotas
También se creía que la buena acústica de las salas se debía a que existían botellas de cristal rotas ubicadas por diferentes lugares de la sala. Parece que era habitual encontrar dichas botellas en los rincones y desvanes de las salas, así que se sacó tal relación. La verdad de la existencia de botellas rotas era que las tiraban los obreros que trabajaban en la sala durante sus comidas. La aportación de estas botellas en la acústica de la sala es nula.
Revestimientos de madera
Las salas revestidas totalmente con madera tienen una acústica mejor que las de cualquier otro material. Esto se dice porque la gran mayoría de instrumentos de cuerda disponen de una caja de resonancia de madera. Esta afirmación no es cierta ya que la acústica de una sala viene condicionada por diferentes factores, todos con la finalidad de la buena distribución del sonido por toda la sala. Esto puede conseguirse con diferentes materiales. Es curioso que los teatros antiguos tienen escasa cantidad de madera, usualmente están en su totalidad cubiertos de yeso pintado, telas y cartón yeso que imita la madera.
Hueveras de cartón
Otro de los mitos acústicos mas famosos son las hueveras de cartón colocadas en los cerramientos de los locales o salas con el fin de hacer una función de aislamiento y acondicionamiento acústico, aunque en realidad solo podrían hacer un efecto difusor y poco más. Este mito viene de que las placas de absorción acústica profesionales tienen una forma muy similar a la de los cartones de huevos, pero el material no es el mismo.
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