Polémica entre diseño y la acústica en auditorios
Desde finales de los años ochenta hasta el día de hoy se han construido multitud de auditorios. Algunos son obras espectaculares, otros, más humildes, surgen con una finalidad de extender la cultura musical a todos los públicos.
Hablaremos de estos auditorios espectaculares que causan todo tipo de polémicas debido a sus presupuestos desorbitados, su estética a veces poco funcional, gran impacto o poca relación con su entorno y problemas acústicos.
Parece inaudito que existan problemas acústicos en una obra de un auditorio creado con un presupuesto desorbitado con el fin de escuchar música en su interior, pero los presupuestos destinados a la parte acústica de la sala son de los más pequeños en estas obras.
Uno de los auditorios más famosos, el Musikvereinsaal de Viena, cuenta con un volumen de quincemil metros cúbicos y con un tiempo de reverberación de dos segundos. El problema se da cuando las salas tienen un volumen bastante superior y esperan conseguir un tiempo de reverberación de dos segundos. La necesidad de respetar los diseños de los arquitectos ha ocasionado problemas acústicos en muchos auditorios.
Actualmente, la acústica arquitectónica ha evolucionado bastante pero todavía se basa en métodos de cálculo predictivos que no garantizan el 100% de lo previsto.
Cada sala tiene sus peculiaridades, sus pequeños detalles, sus paramentos difusores o reflectores. La teoría está basada en una distribución uniforme por toda la sala de materiales absorbentes. El público es muy absorbente y las paredes de madera son muy reflectantes.
Con los metodos de cálculo predictivos normalmente vamos algo por encima del tiempo de reverberación adecuado.
En el Palau de la Música, en Valencia, fue necesario instalar un sistema acústico variable que pudiera solucionar el problema de reverberación que se producía, al estar la sala vacía.
Casos parecidos se vieron en los auditorios de Las Palmas y La Coruña. El caso contrario pasó en el auditorio de Avilés, en el cual la sequedad de la sala obligó a instalar un sistema de resonancia mediante micrófonos para ser compensada.
El auditorio de Zaragoza fue uno de los más arriesgados, ya que de no haberse ejecutado correctamente, no hubiera tenido fácil solución, al ser construido con madera como único revestimiento interior.
Los auditorios diseñados por Calatrava tampoco se salvan de tener problemas. En el Palau de les Arts en Valencia tuvieron que ser desmontadas todas las paredes forradas de madera, para intentar solucionar los problemas acústicos que existían en la sala.
Y el que diseñó en Tenerife de gran espacio y forma arriesgada, difícilmente tiene una buena acústica. Calatrava anticipa la estética arquitectónica a la funcionalidad del espacio.
A pesar de todo esto se consiguen muy buenos resultados sin contar con los presupuestos que manejan en los países europeos, americanos y por supuesto, los japoneses.
Algún día se verán recompensados dichos trabajos, sobretodo, los excelentes auditorios diseñados por el físico Higini Arau, padre de una de las fórmulas del tiempo de reverberación más exactas y el hombre en la sombra de los arquitectos españoles que proyectan auditorios en España.
Dani dice
Es una pena como está tan poco tratada la acústica en auditorios , he conocido muchos y la verdad es que deja mucho que desear! Menos mal que ahora es un parametro que se está tratando con más detalle!